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Diez lecciones sobre creatividad

La creatividad es algo natural, innato en el ser humano. Gracias a ella tomamos mejores decisiones, innovamos en nuestra realidad, hallamos más respuestas a los problemas cotidianos y alineamos sueños con logros. Pero no todo el mundo es igual de creativo, ¿verdad? Esto se debe a que ser creativo no es un arte, es un ejercicio que se practica a diario.

En este sentido, escuelas como la Barcelona School of Creativity se especializan en destapar, fomentar y modelar la creatividad de sus alumnos mediante una metodología de contacto, basada en aprender viendo y haciendo. Claro ejemplo de ello es el taller de ‘Creatividad Inside Out’ que imparte Ana Guash.

Con motivo del 5º aniversario de la BSOC, Fidel Castillo, profesor del centro de alto rendimiento y Director Creativo, reflexionó sobre este deporte de fondo tan preciado y estas son sus conclusiones:

 1. La creatividad se puede enseñar, pero, sobre todo, se puede aprender.

Tenemos claro que el mérito es de los alumnos. Si alguien quiere ser creativo, será creativo. No es tan importante la experiencia o la formación previa como las ganas que tengas de aprender. De aprender a ser creativo/a.

 2. La creatividad se contagia.

Cuanta más gente creativa te rodee –alumnos, profesores, creativos de publicidad, fotógrafos, escritores, creadores de contenidos, realizadores, profesionales del mundo digital, diseñadores…– más creativo serás. La creatividad es un virus que se contagia en el día a día.

3. Tener éxito no quiere decir tener talento.

En la mayoría de las ocasiones el talento no lleva a ningún lado. Tener éxito es haber trabajado lo suficiente para demostrar el talento que se tiene. El talento sin esfuerzo acaba pasando desapercibido.

4. El trabajo colaborativo genera mejores resultados que el trabajo competitivo.

No se trata de ser mejor que los demás, sino de ser mejor con los demás. Competir es sano pero la suma de talento se convierte en multiplicación de los resultados.

 5. El entorno importa.

Trabajar en el caos es productivo. Trabajar en el orden es productivo. Lo importante es saber rodearse de un entorno confortable, un entorno a tu medida, que ayude a generar ideas.

6. Para aprender necesitas alguien que te diga lo que está mal.

Por supuesto, también lo que está bien, pero se aprende más de un error que de un acierto. El trabajo creativo no es tanto crear sino trabajar una idea creativa para darle forma, sacarle punta, pulirla una y otra vez hasta convertirla en una idea brillante.

7. Cuanto más trabajes más creativo serás.

Es la base del alto rendimiento creativo. Trabajar todo el día, todos los días. Trabajar mientras paseas, mientras comes, mientras miras una serie, mientras tomas una cerveza. Y, por supuesto, mientras estás en la Escuela. Alto esfuerzo lleva a alto rendimiento.

 

8. Empiezas con una idea y no sabes adónde vas a llegar.

Encontrar una idea no es fácil, pero el eureka es solo el principio. Gracias a la creatividad, la idea explota como los fuegos artificiales y se convierte en nuevas posibilidades que a su vez se convierten en más posibilidades. Una campaña publicitaria, una revista, un logotipo, una webserie, un cartel, una película o un simple post.

9. La creatividad se nutre de lo que vivimos.

A diario nos bombardean miles de estímulos exteriores. Pero hay que aprender a mirar hacia adentro. Vivencias, sensaciones, sentimientos o percepciones son grandes generadores de ideas, conectan en nuestro interior y salen convertidos en una idea sorprendente, estimulante, relevante.

10. Crear es divertirse. Y viceversa.

La creatividad es una de las cosas más divertidas que pueden hacerse. Requiere esfuerzo y mucho trabajo, hay bloqueos, frustraciones, pero a su vez, el proceso puede ser muy divertido. Sin diversión no hay creatividad.