Residente desde hace años en la tranquila y fría Islandia, John Grant es uno de esos artistas que, además de facturar estupendas canciones, ha contribuido a cuestionar los estereotipos asociados a la masculinidad tradicional en el rock, sin proclamas particulares, manifiestos ni moralinas. Un artista siempre honesto, consecuente y en continua búsqueda de nuevas vías de expresión.