La obra Viatge d’hivern, inspirada en los ciclos de las canciones de Winterreise de Franz Schubert, es un viaje que nos propone Elfriede Jelinek por sus propias experiencias, tanto artísticas como íntimas: la sexualidad mediatizada por internet, la perversión de la opinión pública, el culto a la juventud, la presencia del fascismo latente, el paso inexorable del tiempo, el amor-odio hacia su madre, la demencia y el abandono de su padre y la autocrítica de ella misma como artista.
Galardonada con el Premio Nobel de Literatura el año 2004, la autora nos plantea un trabajo de investigación donde lenguaje, música y movimiento, estallan en escena como un río desbocado, pervirtiendo Schubert, pervirtiendo Jelinek, arrastrándonos por “las aguas residuales de nuestras propias vidas” tal como lo hace ella, en una pieza con pinceladas dramáticas, mucha ironía y cierta desesperanza.